Ochomiles: Adios a Maurice Herzog, primer ochomilista en Annapurna 1950. Luces y sombras del mito.

Los Ochomiles han perdido hoy al primer hombre que pisó su cima en el Himalaya: Maurice Herzog ha fallecido a los 93 años. El 3 de Junio de 1950 pisó la cima del Annapurna en cordada con Louis Lachenal, entrando en la mitología montañera e inaugurando una carrera con grandes luces públicas y algunas importantes sombras personales.

Maurice Herzog en la portada de Paris Match

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MAURICE HERZOG Y LOUIS LACHENAL. ANNAPURNA PRIMER OCHOMIL (1950)

Herzog logró en el Himalaya el ascenso del Annapurna en 1950, llegando a la cima del pico sin oxígeno junto con su compatriota Louis Lachenal. Era el primer ochomil de la Historia en ser coronado, tras decenas de intentos por cordadas de todo el mundo. La hazaña causó sensación en todo el mundo y fue una gran fuente de orgullo nacional para Francia, en el momento en que sus compatriotas penaban en una triste posguerra.

Fue a las 2 pm el 3 de junio de 1950 que Herzog y Lachenal llegaron a la cumbre del Annapurna en lo que más tarde describiría como el momento más exquisito de su vida: «Sin eso, yo nunca hubiera tenido la vida que después tuve», dijo.

La expedición realizó intentos previos al Dhaulagiri primero y después un increíble asalto al espolón Norte del Annapurna por Lachenal y Terray, una vía que no fue escalada hasta 1996. En el asalto final exitoso por otra ruta, tanto Herzog como Lachenal optaron por botas ligeras para el asalto a la cima. Además, Herzog perdió los guantes al inicio del descenso y ambos sufrieran congelaciones. En la primera noche del descenso Terray y Rebuffat atendieron a sus compañeros en el Campo 5, pero la nevada que caía les impidió orientarse el siguiente día y los cuatro tuvieron que dormir la segunda noche en una grieta con sólo un saco de dormir para cuatro. Como resultado del descenso, Herzog y Lachenal perdieron todos los dedos de los pies;  Herzog también los de las manos.

Ciertamente, pagó un precio caro por la gloria, pero tal como observó mas tarde. «Se puede ver lo que tengo ahora de menos, pero tambien siento que tengo algo de más y es incomparablemente mayor».

Herzog dió cuenta de su ascenso en un libro magnífico publicado en 1951 donde retrata su personal visión de la expedición, con el brillo y el patetismo que la acompañó.  «Annapurna, primer ochomil» ha vendido desde entonces más de 10 millones de copias en todo el mundo y ha sido traducido a 40 idiomas. Es hoy un clásico de lectura obligada por los montañeros de todo el mundo, pero no es un relato 100% estricto de lo allí ocurrido, como se demostraría con el tiempo.

Annapurna, primer ochomil

Annapurna, primer ochomil.

A nivel mediático, el brillo de Herzog y Lachenal fue eclipsado tres años más tarde cuando el nepalí Tenzing Norgay y el neozelandés Edmund Hillary lograron para el imperio británico la conquista del Everest.

Pero la carrera pública de Herzog no había hecho más que despegar: Como graduado de negocios en 1944, a su vuelta en 1950 de la expedición Herzog se convirtió primero en director de una empresa antes de que el presidente Charles De Gaulle, en busca de una figura que podría inspirar a la juventud de la nación, lo nombrara ministro de Juventud y Deportes de 1958 a 1963. Más adelante se convirtió en miembro del Parlamento y ejerció como alcalde de Chamonix 1968 a 77. Incluso fue miembro del Comité Olímpico Internacional de 1970 a 1995, inaudito cargo para un deporte nunca olímpico.

Siendo un firme convencido de la «Grandeur de La France», Herzog se deleitaba con el  empujón que la conquista del Annapurna dio a la moral nacional en un momento en que el país todavía estaba luchando con las consecuencias devastadoras de la Segunda Guerra Mundial, y se expresaba más como un político de raza que como un montañero de a pie: «Nuestro logro fue una hazaña para la nación»  «Subimos con pensamientos del país y de toda la juventud que representamos en nuestros corazones.»

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MAURICE HERZOG. SOMBRAS PERSONALES. En Annapurna y en la familia. 

 (Lyon, Francia, 15 Enero 1919 – Neuilly-sur-Seine, Francia, 14 Diciembre 2012)

Los logros en montaña de Herzog son fabulosos, pero no deben hacernos pensar que por ello fuera necesariamente una gran persona. Su potencia como figura mediática y política evitó durante muchos años que se viera la cruz de la moneda pero esta, como con tantas otras figuras del deporte, ha ido saliendo a la luz lentamente.

SOMBRAS EN LA MONTAÑA: Lachenal regresó del Himalaya con importantes mutilaciones, padeció grandes sufrimientos durante su proceso de recuperación y la obsesión por regresar a la montaña no dejó de atormentarle. Falleció en 1955 al caer en una grieta esquiando en la Mer Blanche de Chamonix.

Su sombra fue la primera que empañó la imagen de Herzog como héroe impoluto de la República. En 1996 la versión íntegra de sus memorias sobre la expedición «Les Carnets de Vértige» fue publicada por el editor Guerin. El libro había sido publicado por primera vez en 1956, poco después de la muerte de Lachenal, pero al ser revisado por Gerard Herzog, (hermano de Maurice) las secciones sobre el ascenso del Annapurna que no encajaban con la versión de los hechos de su compañero de cordada fueron suprimidas como «inexactas».

En la nueva edición de 1996, rebautizada ahora como “Carnets du Annapurna” (Cuadernos del Vértigo), Guerin añadió aquellas notas inéditas de Lachenal. La versión íntegra sugiere que fue Louis quien desempeñó el papel clave de guía en la cordada y, también a diferencia de Herzog, hace hincapié en la contribución de los otros dos miembros del equipo al éxito logrado: Lionel Terray y Gaston Rebuffat. . Ambos escaladores regresaron de la cima con graves congelaciones y Herzog sufrió la amputación de la mayor parte de los dedos de sus manos.

La viuda de Gerard Herzog denunció en ese momento al editor Guerin por vulnerar los “derechos morales” de su marido. El tribunal de dio la razón a Guerin, pero le obligó a pagar 30.000€ por derechos. Victoria pírrica, pues con este veredicto la verdad judicial confirmaba la «censura» sufrida en la versión original y la otra cara de los hechos, ocultada de forma deliberada por los Herzog.

SOMBRAS EN FAMILIA: En 2012 su hija Felicité Herzog publicó como novela «Un Hero» donde retrata la trágica realidad familiar oculta detrás de la brillante fachada pública de Maurice. Félicité Herzog y su hermano Laurent nacieron de dos padres de fuerte carácter  Maurice como primer hombre en conquistar el Annapurna y un ministro en el gobierno de De Gaulle, y su esposa Marie-Pierre, una heredera intelectual feminista y «vieja rica», descendiente de una familia aristócrata. Más allá de las apariencias, esta familia estaba lejos de ser perfecta, incluso resultó ser una carga para los dos hijos. Por un lado una presión continua por ser los mejores en algo acabó empujando a Laurent a una muerte prematura. Por el otro, desvela una doble vida como adúltero en serie y desenfrenado mujeriego por parte del modélico cabeza de familia.

MAURICE HERZOG.  Gran montañero. Persona con luces y sombras, como todos.

Sirvan pues estas líneas para el que fue, sin duda, gran montañero y destacado escritor que ha inspirado a generaciones de alpinistas. Pero manteniendo siempre la perspectiva, sin caer en bobas idolatrías. Tan recio y cabezón en el monte, como estúpido «pichabrava» en otros momentos. Con todo ello te recordamos, Maurice: El primer hombre, junto a Louis Lachenal, en escalar un ochomil.